Las Islas Galápagos, situadas a unos 1,000 kilómetros de la costa de Ecuador, son uno de los destinos más extraordinarios del planeta. Este archipiélago, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, ha fascinado a científicos, aventureros y amantes de la naturaleza por generaciones.

Pero más allá de sus paisajes volcánicos y sus especies únicas, las Galápagos esconden curiosidades sorprendentes que hacen de este lugar algo aún más especial. Si te apasiona la vida salvaje, los secretos naturales y las historias inusuales, este artículo es para ti.


1. Aquí nació la teoría de la evolución

Las Islas Galápagos no solo son famosas por su biodiversidad. También son el lugar donde Charles Darwin se inspiró para desarrollar su revolucionaria teoría de la evolución por selección natural, tras su visita en 1835 a bordo del HMS Beagle.


2. Más de 20 especies no existen en ningún otro lugar del mundo

Las Galápagos son hogar de una fauna única y endémica, es decir, que no se encuentra en ningún otro lugar del planeta. Entre las más famosas:

  • La tortuga gigante de Galápagos

  • El piquero de patas azules

  • La iguana marina

  • El cormorán que no vuela

Este nivel de endemismo es lo que convierte al archipiélago en un laboratorio viviente para la ciencia.


3. ¡Las iguanas nadan como sirenas!

La iguana marina de Galápagos es la única en el mundo adaptada para nadar en el mar. Se alimenta de algas, buceando hasta 10 metros de profundidad, y puede aguantar la respiración por más de 20 minutos. ¡Un verdadero reptil acuático!


4. Hay pingüinos en el ecuador

Sí, leíste bien. Los pingüinos de Galápagos son los únicos que viven al norte del ecuador. Se han adaptado al clima gracias a las corrientes frías que rodean las islas. Son pequeños, ágiles y un símbolo más de la sorprendente biodiversidad del archipiélago.


5. Cada isla tiene su propia personalidad ecológica

Aunque forman parte del mismo archipiélago, cada isla tiene especies distintas. Por ejemplo, las tortugas gigantes de Santa Cruz tienen un caparazón diferente al de las tortugas de Isabela. Esta diversidad fue clave para las observaciones de Darwin.


6. El archipiélago sigue cambiando

Las Galápagos son de origen volcánico y siguen formándose geológicamente. La isla Fernandina, por ejemplo, es una de las más jóvenes y ha tenido erupciones recientes. Caminar sobre lava solidificada es una experiencia casi de otro planeta.


7. Hay una ciudad habitada en las islas

Aunque gran parte del archipiélago está protegido como Parque Nacional, hay poblaciones humanas en islas como Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela y Floreana. Allí viven unas 30,000 personas que conviven con estrictas normas ambientales.


8. El archipiélago estuvo bajo ocupación pirata

Durante los siglos XVII y XVIII, las Galápagos fueron utilizadas como escondite y refugio por piratas y corsarios que atacaban las costas sudamericanas. Algunas islas aún conservan nombres que reflejan esa época, como Buccaneer Cove.


9. El sol y la luna influyen más de lo que imaginas

Las mareas en las Galápagos son fuertemente influenciadas por la luna y afectan la vida marina de forma notable. Muchos animales sincronizan su reproducción o alimentación con las fases lunares. El ecosistema responde a cada cambio natural con precisión.


10. La famosa tortuga ‘Solitario George’ vivió aquí

Uno de los símbolos de conservación mundial fue George, la última tortuga de su subespecie, que vivió en la isla Pinta hasta su muerte en 2012. Hoy su cuerpo embalsamado puede verse en el centro de investigación Charles Darwin, en Santa Cruz.


11. Puedes bucear entre tiburones martillo y leones marinos

Galápagos es un paraíso para el buceo. Sus aguas albergan una de las mayores concentraciones de tiburones martillo del mundo, así como leones marinos juguetones, rayas águila, tortugas marinas y peces de colores que parecen salidos de un sueño.


12. Es uno de los destinos mejor protegidos del mundo

El 97% de la superficie terrestre de las islas es Parque Nacional, y más del 50% del entorno marino está bajo régimen de protección. Esto convierte a las Galápagos en un modelo de turismo sostenible y conservación activa, con reglas estrictas para visitantes.


Un mundo aparte que debes conocer

Visitar las Islas Galápagos no es solo un viaje: es una experiencia transformadora. Cada animal que no huye, cada paisaje que parece inexplorado, cada detalle del ecosistema te hace sentir que estás en un mundo intacto, anterior al ser humano.

Si sueñas con conectar con la naturaleza en su forma más pura, y al mismo tiempo aprender de una región única en el planeta, las Islas Galápagos te esperan con los brazos abiertos y las alas de un piquero de patas azules.