Más Obstáculos para los Migrantes de Cubanos

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El pasado 7 de junio,fue firmado un acuerdo entre Washington y México con el objetivo de reducir el flujo de migrantes centroamericanos hacia territorio estadounidense y así evitar la aplicación de aranceles a todos los productos mexicanos, tal como había prometido el presidente Donald Trump.

Como parte del acuerdo, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a ampliar el programa Protocolos de Protección a Migrantes, que permite a Estados Unidos desde enero de 2019, regresar a territorio mexicano a los emigrantes que entraron por allí, mientras tramitan sus solicitudes de asilo.

México prometió ofrecer oportunidades laborales, acceso a servicios de salud y educación a los migrantes y sus familias, además de proteger sus derechos humanos.

Washington, por su parte, se comprometió a acelerar los procesos de solicitudes de asilo que colapsaron los servicios migratorios en los últimos meses.

La devolución a México de los cubanos implica para ellos perder la posibilidad de acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, hasta ahora la única opción que les quedaba era extender su estancia en territorio americano al solicitar asilo político, para así contar con el amparo de la Ley de Ajuste Cubano 1966, la cual les garantiza la residencia legal al año y un día de permanencia.

Desde enero de 2017, diversas disposiciones fueron añadiendo dificultades a los ciudadanos cubanos que buscaban viajar a Estados Unidos, primero fue la derogación por parte de Obama de la política de “pies mojados/pies secos”, que beneficiaba a los ciudadanos del país caribeño con la posibilidad de obtener asilo e incluso, la residencia permanente, tan pronto tocara suelo estadounidense, luego aparecieron los extraños incidentes sónicos aún sin explicación clara, pero que provocaron el cierre de la embajada de EE.UU en La Habana, obligando a los cubanos viajar a terceros países para realizar sus trámites, incurriendo en no pocos gastos y sin garantía de la obtención de su visa. Luego vino entonces la reducción de la validez de las visas B2 de no inmigrante y entradas múltiples para los cubanos, de cinco años a apenas tres meses y con una sola entrada.

Sin contar que Estados Unidos incumplio con el acuerdo de otorgar un mínimo de 20.000 visas anuales a los cubanos para viajar a ese país,en virtud de los acuerdos migratorios existentes desde 1995.

Sin duda alguna, todos los sucesos mencionados han llevado las relaciones bilaterales entre Cuba y EE.UU a un punto de casi no retorno, al menos eso se percibe mientras se mantenga la arbitraria política de la actual administración. Mientras tanto los cubanos continúan enfrentándose a diversos obstáculos, todo por no abandonar su gran sueño americano.